
February 15, 2017
MUEREN FLAMENCOS ROSADOS EN LA GUAJIRA
La muerte de las aves en donde se encontraban flamencos rosados me ha dejado confundido, incluso recurrí a leer sobre algunos fenómenos naturales que ocurrieron a finales del 2015 en los EEUU sobre la muerte de varias especies de aves durante algunos meses, pero lo sorprendente aquí, es que literalmente le colocaron una trampa a estos animales.
Una vez más nos siguen doliendo los indefensos, ésta vez fueron aves migratorias, en su mayoría flamencos, algunos pelícanos y diversas aves más, que se estrellaron con cables de alta tensión. Al parecer, la línea de alta tensión que causó el siniestro pertenece a la Alcaldía de Uribia y fue instalada sin las prevenciones ambientales requeridas.
Las aves que iniciaban su ciclo migratorio, se estrellaron con el cableado de alta tensión y este suceso les causó la muerte por politraumatismos y otros degollados. Esta ruta la emplean muchas especies en los periodos de migración, entre ellas, el flamenco rosado, que viene desde Venezuela y otros países.
Es preocupante este evento, toda vez que las aves migratorias son un soporte al turismo de la región y en especial el flamenco rosado por lo que representa esta especie para La Guajira.
Infortunadamente los seres humanos aún no alcanzamos a leer a la naturaleza y esto genera este tipo de situaciones adversas para el medio ambiente.
Miguelángel Sierra
February 15, 2017
EL SUELO Y LOS AMIGOS INVISIBLES... ''UN MUNDO INTELIGENTE''
Es importante comprender que las relaciones que se establecen entre los componentes de un ecosistema, se diferencian entre lo que se “ve” y lo que se “interpreta”.
Con el fin de responder a los desafíos relacionados con la producción agrícola, el cambio climático y la rehabilitación de la tierra que debe someterse a transformaciones fundamentales. Con el método de reinserción de microorganismos al suelo, (Método Sierra) los suelos van a requerir menos insumos químicos, Asimismo, la FAO promueve un enfoque unificado, conocido como agricultura climáticamente inteligente (CSA, por sus siglas inglés climate-smart agriculture).
El cambio climático representa una seria amenaza para la producción agrícola y la seguridad alimentaria mundial, en buena parte debido a sus efectos sobre los suelos. Los cambios en los patrones de temperatura y de pluviosidad pueden tener un gran impacto en la materia orgánica y los procesos que tienen lugar en nuestros suelos, así como en las plantas y cultivos que crecen en ellos.
A lo largo de los próximos treinta años, muchos de los problemas medioambientales relacionados con la agricultura seguirán teniendo gravedad. Sin embargo, la gravedad de algunos problemas puede aumentar más lentamente que en el pasado y dependiendo de la intervención en prácticas de recuperación de suelo el impacto podrá disminuir.
Las plantas son mucho más sensibles y su poder de resolver problemas, de adaptación es evidente, cuando algo cambia en el ambiente; como ellas no pueden escapar, son capaces de sentir con mucha anticipación cualquier mínimo cambio para adaptarse, si se les ayuda y posibilita un equilibrio microbiológico al suelo agrícola; inoculando microorganismos que desdoblen, aporten nutrición y lo protejan de enfermedades es lo que va a facilitar su sostenibilidad; en este proceso se hace visible la ley del mínimo de Liebig que dice que un organismo no es más fuerte que el eslabón más débil en su cadena ecológica de requerimientos; demostrado a partir de la capacidad sistemática que poseen los microorganismos de alimentarse básicamente de lo necesario y aportando los niveles de nutrientes ideales para la planta y así evitando abortos de frutas y de flores, que ya previamente la planta había programado desarrollar para continuar su ciclo reproductivo. Cada raíz y sus pelos adsorbentes son capaces de percibir continuamente como mínimo quince parámetros distintos entre físicos y químicos (temperatura, luz, gravedad, presencia de nutrientes, oxígeno entre otros).
En cada punta de las raíces existen células que comunican señales mediante impulsos eléctricos. En una planta puede haber millones de puntas de raíces, cada una con su pequeña comunidad de células; y trabajan en red como como telarañas tejidas; los microorganismos le permiten suministrar humedad a las raíces protegiéndose de manera asociativa; ya que desdoblan los minerales del suelo para ellos alimentarse y así mismo le aportan nutrición a las plantas.
El Método Sierra tiene como objetivo coadyuvar en la recuperación y reactivación del suelo agrícola, manteniendo el equilibrio ecológico mediante la aplicación metódica de un pool de microorganismos, (bacterias y hongos) buscando recuperar los suelos, que a causa del modelo agronómico convencional poco a poco se han ido saturando y han desmejorado la disponibilidad de nutrientes, modificando el pH y evitando que los iones sean absorbidos por las plantas.
La multifuncionalidad de los microorganismos en los sistemas agrícolas, se expresa de acuerdo a una serie de factores bióticos, como la competencia con otros microorganismos, la composición biológica del suelo, el reconocimiento planta microorganismo y viceversa. Igualmente, factores abióticos, como la climatología, las características físicas y químicas del suelo, que influyen directamente en el tipo de interacción de estos organismos y la expresión de los efectos benéficos determinantes en el desarrollo de las especies vegetales.
Existe una amplia gama de interrelaciones entre especies de microorganismos en los ecosistemas, tales como sinérgicas, antagónicas, de competencia física y bioquímica, moduladas por múltiples y complejos factores bióticos y abióticos.
En este modelo se utilizan microorganismos, específicamente funcionales, como fijadores de nitrógeno, solubilizadores de fosfatos, promotores del crecimiento vegetal, bio controladores y especies de hongos y bacterias entomopatogenos, normalmente, compiten por espacio y por nutrientes. Estas interrelaciones entre microorganismos inciden en la interacción suelo planta que repercuten de forma directa, en el crecimiento y en el desarrollo de las especies vegetales.
Los Microorganismos micorrizogenos , hongos del género Trichoderma y bacterias del género Pseudomonas s.p, Bacillus subtilis, thuringensis, popillae, usualmente, catalogados como agentes de control biológico (BCA) y microorganismos promotores del crecimiento vegetal (PGPM) como azotobacter, azospirillium, que dependen de los factores mencionados para expresar sus potenciales efectos benéficos; sin embargo, en la interacción de estos tipos de microorganismos, se pueden presentar efectos sinérgicos, que potencialicen los beneficiosos y los efectos antagónicos que favorecen el crecimiento y en el desarrollo de las plantas.
Los microorganismos del suelo requieren condiciones específicas para avanzar y en este caso el exceso de sales y minerales expuestos en los suelos de vocación agrícola facilitan su subsistencia proporcionando fuente de energía y dinamizando su reproducción; en la búsqueda por el respeto de los hábitats naturales y la conservación de la biodiversidad, así como la rehabilitación del suelo. Este método propende por establecer y justificar la ley del mínimo de Liebig que dice que el nutriente que se encuentra menos disponible es el que limita la producción, aun cuando los demás estén en cantidades suficientes. Actuando de manera conjunta con el principio de biorremediación; demostrando que su funcionalidad permite el equilibrio y dinamiza la nutrición de las plantas toda vez que cuando esto ocurre las características físicas de ellas se refleja de manera evidente, mejorando la comprensión de la fertilidad inherente de la tierra como base de la productividad y salud de los cultivos; así como el desarrollo de estrategias agrícolas mejoradas.
Resistencia de la tierra a las enfermedades
Es difícil predecir el resultado de las interacciones entre plantas y microorganismos benéficos del suelo y, más aún, entre las especies de microorganismos; no obstante, las comunidades microbianas asociadas con el sistema de raíces, se considera que desempeñan un papel clave en el desarrollo de prácticas agrícolas sostenibles ya que los microorganismos interactúan con los minerales que se encuentran depositados en el suelo, consumiéndolos y desdoblando estos en enzimas que se comportan como alimento a las plantas; coadyuvando de manera inmediata en la nutrición y ofertando la oportunidad para que la planta siga su proceso metabólico de manera natural y evitando que la planta aborte la fruta ya iniciada, o en su defecto evite la perdida de flores en estado de formación. La respuesta de las plantas a la inoculación depende de las compatibilidades funcionales en la fisiología y en la bioquímica de la interacción, entre los componentes microbianos; así arroja diferentes respuestas, dependiendo de la combinación de los microorganismos (Vázquez et al. 2000).
Las propiedades de la tierra alteran la frecuencia y la severidad de las enfermedades de la misma así como las de las partes foliares de la planta. La resistencia específica del lugar puede modificarse con la aplicación de varios tipos de microorganismos (hongos y bacterias) que intervienen en la modificación permanente del suelo permitiendo aireación, solubilización y nutrición constante de las plantas a partir de una biorrecuperación ( biorremediación) del suelo.
Miguelángel Sierra
February 15, 2017
MI CAUSA AMBIENTAL
Desde el primer día que pise Valledupar, tierra hermosa y majestuosa, que siempre se ha caracterizado por la pujanza y el tesón de sus pobladores y donde aprendí frases que encantan y contagian de alegría, así como compadrazgos llenos de hermandad y mucha sinceridad. En esta tierra mágica que esta esculpida en la base milenaria del conocimiento ancestral de sus primitivos moradores, este valle que me acogió como su hijo y me permitió echar raíces para quedarme; hoy me permite escribir los pensamientos pal rumbo que yo elegí acompañado de mis acciones labores y ambientales. Puedo decir con orgullo que me siento un nativo de la Sierra, ya que me plazco y disfruto de la sabiduría ancestral de mis hermanos mayores, a quienes escribo estas letras con respeto y responsabilidad acerca de los acontecimientos ambientales de la región Caribe; y en especial, de las situaciones que involucran a esta mágica ciudad; Valledupar es una tierra fantástica pero que absurdamente no tiene progresión ambiental, infortunadamente los excesos son la causa de su gran debacle; uno de ellos es la cantidad inmensurable de árboles que la cubren sin planificación y con poca educación ambiental para su cuidado; a pesar de los esfuerzos de algunos gobernantes de antaño que se esmeraron porque Valledupar tuviese sombra y frescura. A eso sumémosle las condiciones naturales que aportan la Sierra Nevada de Santa Marta y la Serranía del Perijá en donde se establece el nombre que mundialmente es conocido como el Valle del cacique Upar, este privilegio único en el mundo que permite el encuentro de dos sistemas montañosos totalmente distintos pero que además se complementan por poseer un sin número de riquezas minerales que hoy representan tragedia y soledad para sus moradores, en especial para las etnias indígenas asentadas ancestralmente y que desde su cosmogonía lo asumen como un dolor de madre, porque es a ella a la que le han cercenado sus entrañas para despojarla de sus riquezas minerales que en un comienzo se creía representaba el bienestar para sus hijos y actualmente son la desgracia de toda la región.
Es un privilegio poder contar con muchas personas que a diario se esmeran por aportar un granito de arena a la preservación y conservación de nuestros recursos naturales y que me hacen sentir acompañado. Debo decir con agrado que no estoy solo para continuar con esta misión, aunque debo recordarles que los recursos naturales que aun poseemos son extremadamente inmensos y es por esa causa que aun no somos capaces de comprender la necesidad imperiosa de romper el paradigma ambiental y virar hacia una estado de cuidados y conservación; aunque por indiferentes que parezcan algunos ante esta situación tengo la certeza que ellos también tienen la esperanza de un día mejor.
Miguelángel Sierra
February 15, 2017
¡COMO ME GUSTARÍA UN BUEN USO DEL SUELO!
El 21 de diciembre el Departamento del Cesar, festejó su cumpleaños número 49, ese evento me hizo hacer memoria de como llegue a esta hermosa tierra; fue a finales de los años ochenta, que tuve la oportunidad de viajar por primera vez a este sector de la geografía colombiana, aún era muy joven y solo quería disfrutar mis viajes de aventura, recuerdo que San Alberto fue el primer pueblo al que llegue, dicho sea de paso no era muy grande para la época, mi viaje tenía un fin; y era asistir a una parranda con los Betos (Villa y Zabaleta) que se presentaban en las fiestas de Chimichagua. Mas adelante de Pailitas (vía a Valledupar) se encuentra el corregimiento de las Vegas; por ahí se llega hasta Saloa, otro caserío que está a orillas del río Cesar y que se confunde con las aguas de la Ciénaga de Zapatoza. Recuerdo como si fuera ayer porque estaban celebrando el festival del bocachico, fue muy agradable la estancia en ese lugar, además me quedé asombrado al ver unos árboles completamente blancos, que en vez de frutas parían garzas; al día siguiente me subí a un Johnson vía a Chimichagua y al llegar me encontré con un pueblo de costumbres ancestrales y mucha cultura ribereña, sus pobladores siempre han sido gente generosa y noble… son buenos tiempos los que he vivido en esta tierra mágica, llena de encanto y fantasía.
Hoy tres décadas después, que recurro a mis recuerdos y los comparo con la actualidad. Me encuentro desconcertado, después de haber recorrido los valles y montañas de esta región; estableciendo vínculos y afectos, me doy cuenta que el Departamento del Cesar ha perdido mucho de su potencial productivo, he visto desaparecer mucha tierra fértil y la minería nos ahoga, además la deforestación ya nos está pasando su cuenta de cobro, ver como el uso indiscriminado de las tierras de montaña y sus paramos, donde se pastorea animales que rompen la dinámica biótica del agua, contemplar el excesivo abuso agrícola causado por la siembra indiscriminada de palma de aceite, sabiendo que no hay agua, porque es de todos sabido que esta planta necesita grandes volúmenes de este preciado líquido y donde la única fuente de riego que utilizan, son los ríos que surten a los acueductos municipales y veredales; y si a eso le sumamos la ganadería “a granel” que se ha encargado en gran medida de generar los altos índices de desertización en este departamento y que tiene en aprietos la sostenibilidad de los suelos agrícolas, podría decir cruelmente que se pueden presentar futuras tragedias, como sequías o inundaciones en un corto plazo.
Basado en el estudio de Conflictos de Uso del Territorio Colombiano, que desarrollo el Instituto Geográfico Agustín Codazzi “IGAC” donde afirma que el 64% de los suelos del Cesar ya están catalogados como “no aptos“ me quede sin respiro. Estas cifras prenden las alarmas para el departamento en donde, de las 2.258.583 hectáreas que lo conforman, el 64% no hace buen uso de sus suelos. El mal manejo que se le da al suelo en la producción de palma aceitera, arroz, la minería, la deforestación y la ganadería son los principales problemas que contribuyen a la mala calidad de sus tierras, en donde hay tanto sobreutilización como subutilización.
A lo mejor este escrito sea un grito en el desierto; y pueda que no genere exaltación o asombro, aunque créanme, me gustaría sirviera para alertar y evitar futuras tragedias, tanto en las épocas de lluvia como de sequía.
Recordemos el desastre ambiental que sucedió en Casanare, en donde por factores como el cambio de uso del suelo en los páramos que abastecen la zona y la ganadería en exceso, aceleraron la sequía y produjeron la muerte de varios animales. Esto podría presentarse en nuestro departamento, en donde de manera épica se han tejido historias y miles de canciones en nombre de la naturaleza.
Como me gustaría…
Miguelángel Sierra
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